"Cuántas veces creemos que la libertad
es encontrar a alguien con quien sentirse bien,
donde los miedos, indecisiones y el mundo impuesto
no tengan mayor reproche que la aceptación mutua.
Qué difícil es comprender
que la dependencia no es libertad
sino esclavitud o alienación
ante algo que pide a gritos
poderse superar.
Quizá sea así el mundo cómodo,
o único posible,
donde el desarrollo individual
no encuentre mayor quebranto
que continuar.
Ahora entiendo por qué no discuto,
por qué las palabras no me surgen
pues ni los gritos ni los susurros
pueden en nadie penetrar
ante mi visión de la realidad."
24-3-2008
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