y tras analizarlo, se afanan en reproducirlo,
quizá con algún detalle personal,
pero con la ambición de ser
aceptados y reconocidos….
socialmente...
o algo peor…
Hay quienes, quizá por urgente necesidad,
reproducen lo consabidamente aceptado,
como ese chiste que tanta gracia hace
y en ello mismo
uno parezca algo más que un famélico empático
y, al menos…
come o duerme o cesa su miedo o no muere.
Hay quienes renuncian a lo ordinario
y dejan que su inquietud emerja
utilizando los recursos de uno
por ser el medio sensible elegido
y sabes que te dirige para que el mundo le descubra
y comprendes
que sólo eres ese mal necesario
que se expone con torpe transparencia
en lo que finalmente…
sale
a la vez,
comprendes que es una invitación,
si tienes el valor,
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